viernes, 19 de abril de 2013

Sant Jordi

La lucha del héroe con el dragón es el intento del ego por liberarse a sí mismo del instinto, es oponerse a las poderosas fuerzas de la naturaleza con la esperanza de liberar el vasto tesoro de una imaginación inagotable.


La leyenda cuenta que un feroz dragón tenía aterrorizados a los habitantes del reino, quemaba los bosques, se comía al ganado, destrozaba los cultivos... Se decidió entonces que había que dar fin a esa ansia destructora y negociaron un acuerdo tras duras horas de discusión. El pacto consistía en que todos los días entregarían al dragón una joven para saciar el apetito del monstruo. Así estuvieron un tiempo y poco a poco el reino se fue quedando sin mujeres jóvenes. Para que no hubiera problemas ni altercados, siempre se hacía la elección mediante un sorteo para elegir a la mujer que debía ser entregada.
Un día, la suerte quiso que fuese la mujer del rey quien debía ser entregada al dragón. Tras dejarla en el lugar señalado, se marcharon al pueblo por temor a que el dragón les hiciese daño. Al cabo de un rato, éste apareció y, cuando se iba a comer a la doncella, un caballero que montaba un caballo blanco atacó al dragón. Ambos estuvieron peleando por largo rato y en uno de los lances del combate, San Jorge, que así se llamaba el caballero, clavó su lanza en en vientre del malvado dragón, matándolo en el acto. De la herida que el lanzazo le había producido al monstruo manaba mucha sangre que cuando entró en contacto con el suelo, se convirtió en rosas.

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